lunes, 24 de octubre de 2011
El empujón...
Esto de dedicarse a ser ilustrador... bueno, en fin, se ve como un sueño imposible. Lo que ocurre es que a veces hay que poner un poco de nuestra cuenta para que se puedan cumplir los sueños, ay los sueños... aunque eso no significa que vayan a realizarse al final. La vida no es una película de Hollywood, me parece. De todas las maneras, yo soy muy cabezota. Y persigo mis sueños. El empujón definitivo a no tirar la toalla fue el premio que gané en la Convocatoria de Ilustración de las Bibliotecas Públicas de Madrid.
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